Bajo
el lema “Un llamamiento a la justicia social en la economía digital “, este 20
de febrero se celebró el Día Mundial de la Justicia Social y FATCA se une a la
causa con el objetivo de promover su mensaje.
La
economía digital está transformando el panorama laboral. Durante la última
década, la expansión de la conectividad de banda ancha, la nube informática y
los datos, han llevado a la proliferación de plataformas digitales, que han
penetrado en varios sectores de la economía y la sociedad. Desde principios de
2020, las consecuencias de la pandemia por COVID-19 han propiciado acuerdos de
trabajo a distancia y han permitido que la actividad de muchas empresas pueda
seguir adelante, reforzando aún más el crecimiento y el impacto de la economía
digital.
La
crisis también ha puesto al descubierto y exacerbado la creciente brecha
digital entre los países desarrollados y los países en desarrollo y entre los
propios países, en lo que respecta a la disponibilidad, accesibilidad y el uso
de la información, las tecnologías de la información, las comunicaciones (TIC)
y el acceso a Internet, lo que ha agravado las desigualdades existentes.
La justicia
social es un principio fundamental para la convivencia pacífica y próspera,
dentro los países y entre ellos. Se defienden estos principios cuando
promovemos la igualdad de género, o los derechos de los pueblos indígenas y los
migrantes, así como también cuando se eliminan las barreras que enfrentan a las
personas debido al género, la edad, la raza, la etnia, la religión, la cultura
o la discapacidad.
Se busca apoyar
la labor de la comunidad encaminada a erradicar la pobreza, fomentar el empleo
pleno, el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar
social. Para ello, se deben tener en cuenta tres aspectos claves que determinan
los objetivos más importantes de la campaña; el conflicto y violencia entre los
individuos que provocan inequidades, la pobreza que no permite el acceso a
derechos fundamentales y la discriminación que segrega a personas, eliminando
el derecho a desarrollar su potencial.
Es ineludible el
hecho de mencionar la labor que tuvieron los Movimientos Obreros en nuestro
país para instalar estas necesidades, a lo largo de nuestra historia. Sin el
accionar de ellos, la brecha entre las desigualdades que aún persisten en
nuestro territorio serían mucho más significativas y por eso mismo es de
imperiosa necesidad destacar a la clase obrera, como principal accionaria en la
búsqueda de la justicia social.
La desigualdad en
la Argentina es una constante en el transcurrir de la historia, que se ha visto
acrecentada en los últimos años. Para combatir esta tendencia es importante
mantener unidos a los movimientos sociales, obreros y sindicatos que defienden
los derechos de los trabajadores y atiende sus necesidades primordiales para
garantizar el trabajo y una calidad de vida digna.
Desde FATCA nos
comprometemos a llevar este mensaje entre nuestros afiliados para poner en
evidencia las desigualdades que se dan día a día y para generar el espacio de
contención necesario, en pos de sostener la lucha que implica la igualdad
social.